La estricta moralidad de los años 20 estaba marcada
por la Iglesia Apostólica Romana. Los besos en público estaba mal vistos, las
mujeres iban con carabina y se esperaba de ella que llegarán vírgenes al
matrimonio.
El silicio y otras formas de automutilación para los más devotos estaban
a la orden del día, para mitigar las fiebres de la carne.
El cine pornográfico atentaba pues con el sistema
moral de la época y eran esos primeros valientes, actores y actrices que se
convertirán sin saberlo en bandera de la liberación sexual. En un contexto
social donde todavía la mujer es mantenida por el varón y se espera de ella que
sea una coneja procreadora, esclava de las tareas del hogar.
A modo de ridiculizar a la iglesia opresora Curas y
sacerdotes también tienen un papel significativo en la pornografía. Y es que
desde Adan y Eva que nunca nos ha gustado que nos digan lo que tenemos que
hacer.
Y es que hoy tengo el diablo en el cuerpo...
Los años 40 Gilda en España es recortada por censores
opresores de libertades sexuales, considerada pornográfica, los más
reaccionarios untaran de pintura los carteles de la sensual y esculpida Rita
Hayword.
La mujer en una sociedad con resaca por los conflictos
bélicos, se pone a trabajar fuera de casa volviéndola más libre y sacándola de
eso segundo plano al que estaba renegada.
La mujer quiere verse bella, la industria de la
estética ve un filón económico en la nueva mujer, maquillaje, rizadores de pelo
el culto al cuerpo. La gordura empieza a no ser bien vista ya no es un modelo
de la alta sociedad, empieza la locura por adelgazar, cinturas imposibles como
la de Gina Lollobrigida, pechos puntiagudos a lo Betty Page.
Bienvenidos a la esclavitud de la estética femenina.
Vivimos en una era en que se chupa y se chupa mucho,
se comen culos, rabos y conejos… y a la vez la generación de las cremas y el
perfume… Con lo que más de una vez, alguien después de hacer una mamada, te
habrá besado dejando en tu mejilla,
restos de esperma de un desconocido.
Y es que, ya lo decía Marta Sánchez-Oh no yo soy como piensas…Soy para ti la desconocida…-Son engañosas las apariencias.
Soy para ti la desconocida…
Así que vivimos rodeados y pegados en el flujo de la
sexualidad de nuestros congéneres, impregnados de deseo, miramos al futuro, con
cierta resignación, pero miramos, admirando siempre el presente.
El hombre pícaro e ingenuo, viril silencioso, de
musculatura redondeada, se desnudo también en films, de aún más dudosa
moralidad, incluso perseguida con la vida, pero ese riesgo de valentía y gran
coraje, es hoy un gran paso para deleite
de las féminas, y de las no tan féminas con matriz.
Vaqueros descamisados, deportistas con tirantes,
mostrando los genitales, con natural afirmación.
FRAGMENTO MONÓLOGO ARCO DE LA VERGE
¡Y más carne deben enseñar los tios, que están a años luz de las tias. Besotes!
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