lunes, 21 de mayo de 2012

Nada y un montón de nada.


Nada y un montón de nada.

Nada nuevo por contar, que sea digno de mención.

Nada y un montón de nada.

Ni estrellas rutilantes, ni noches para el recuerdo.

Nada y un montón de nada.

Nada más que el deseo de volver a ver tu sonrisa.

De que las buenas noticias lluevan del cielo otra vez, que las sonrisas gobiernen tú día a día.

Que tus heridas sanen con el simple lametazo de una tigresa.

Que el montón de nada, sea obra de tus desdichas y lo expulses de tus entrañas.

Como una asustada madre primeriza, hagas de la nada amor y del amor una vida.

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