Debo reconocer que empiezo a temer por mi persona y
por mis amigos.
Las noticias que recibo por internet de Rusia, Armenia
y un sinfín de países más que parecen sumarse a la ola de homofobia ya son
demasiados
.
No hemos conseguido evitar que en Oriente y partes de Asia
sigan muriendo de manera terrible, pero claro estos no los consideramos ni tan
siquiera “vecinos”. Son tierras lejanas donde el sol es de otro color y por la
visto la gente no es humana sino ganado…
Ahora cada vez más cerca la homofobia se extiende, los
defensores de la familia española nos acusan de crear una Torre de Babel que
caerá por su propio peso.
¿Se convertirán los matrimonios gays y sus hijos
adoptados en una lista negra?
No pretendo causar miedo, pero yo no soy tan mayor... Para no olvidar con mis 14 añitos que me escapaba de mi casa e iba a
locales que siempre tenían poca luz (daba igual que fueran las cuatro de la
tarde) con dobles puertas y siempre escondidos en pequeñas esquinas o bien en
laterales de plazas.
De eso hace tan solo 19 años, el matrimonio gay era
impensable, solo contábamos con cuatro tiendas y cafeterías en las que el agua
se vendía a precio de oro.
Al salir no dejabas de mirar a un lado y a otro, vale
que yo era demasiado joven para andar de local en local y muy impresionable por
la edad…Pero las cosas no distan mucho de cómo las relato.
A mis 33 años la misma edad del Mesías- que parece ser solo
propiedad de la moralista familia de derechas- me encuentro como no a la espera de
la crucifixión.
El colectivo gay siempre dividido como no… La gente “guapa”
es como si ello no fuera con ellos, los militantes demasiado extremistas a
veces en temas banales de la vida cotidiana. Las transexuales con su propia
batalla.
Por parte de los
líderes Rosas el mismo discurso de enseñar, comprender y reeducar.
El otro día hablando con una gran amiga a quién tengo
un gran respeto y admiración por su entrega y lucha por los derechos
transexuales, mi adorada Justine.
Ella cansada de batallar entre cafés -me dijo- y se me
quedó clavado en el corazón como una estaca.
-Si no quieren escuchar, ni comprender solo queda el
tiro en la nuca, esto no acabará nunca.
Palidecí porque no le faltaba razón, obviamente ni
ella ni yo somos tan violentas y la respuesta no dejaba de tener parte de humor
negro, pero cargada de verdad.
Las nuevas maricas con sus "hip-hop´s" su inglés de
google y su falta de miedo, sus nuevos ídolos destilados y lacados hasta el
extremo, su incultura general sobre la lucha y el movimiento.
¿Cómo van a
defender la historia si carecen de ella?
Y como visibilidad, seguimos siendo carne de gimnasio
con marcas de bañadores supletorios, hoteles con banderas propias, recintos
cerrados de vapor que carecen de amor.
Lascivia propia de una raza que no puede
y a veces no quiere respirar amor, porque el amor duele y hace sangrar más que
una paliza.
Mi Rubia, llegará el día en que todos seremos iguales: altas, bajas, rellenas, palillos, heteros, trans,lesbis,gays...todos...debemos tener paciencia. Piensa que desde la época de Franco se ha avanzado (poco, pero algo así) porque no me imagino a Jorge Javier Vázquez en plena época franquista en la tele...ni a Màxim Huerta y mucho menos a Almodóvar. Abrazos enorrrmes!
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