La princesa
llora en silencio, ya no quiere recibir propuestas de matrimonio.
No comprende
su reino y la peste se ha apropiado de su cuerpo.
La princesa
ya no quiere un reino, ni dictar leyes
que se pierdan en el calor de la batalla carnal.
La princesa
tiene miedo de no volver a ser deseada y prefiere exiliarse en el anonimato de
la plebe.
La musa
abandonada, la enemiga escogida, el reino gobernado por ilusos.
La princesa
tiene frio, los suntuosos ropajes ya no la abrigan.
La futura
reina quiere provocar la batalla para perecer en ella.
Recopila tus poemas y publica un libro.
ResponderEliminarY romperás el mito de "rubiatonta",volviendo a ser tratadas como personas normales. Muchos abrazos!!!!!!!!!!!!!!
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