¿Cómo
decirle que no? A un sueco de ojos verdes, uno de los hombres más bellos que
jamás conocí… El modelo Alexander Hallonqvist
Me llamó y
dijo:
- ¡Gina, te
necesito en el Chiringay!
Después de fregar el suelo (al mojar el
parquet), del sudor que me chorreaba de la entrepierna, gotas como sandías.
Pues no se
puede… ¡Es imposible!
Así pues,
pese a ser una vampira de piel caucásica, me sumo al resto de mortales y me enfrento al Sol, al oleaje, a las dichosas
cuñas de esparto.
Todos los
jueves de Julio amenizados por la música y la belleza de Sir Brown Miranda, la
insumergible Soberbia Dolce y una servidora, que en breve será una gamba con
silicona derretida.
¡Un año más, allá vamos!
A la caza
del minie bañador indecente, del guiri despistado y resacoso tumbado en la toalla,
volverán los olores a menta en mis labios, de tanto mojito.
Volveré a
pelearme cual loba herida con los lateros (que bastante jodido está el patio)
Provocaré más de una boca abierta y posible accidente, que salir en bañador a
las seis de la tarde en pleno centro de Barcelona, con los niños, las madres,
los buses y el freidor sol ¡Es toda una aventura!
Impagable
también, la zona merendero antes de llegar a la playa, benditos skaters y
deportistas varios.
Y al final
de la noche nuestra salvación, pestaña en el cogote ya, el paraíso nuestro “Mcauto”.
Pues queda
más que dicho, copitas, mojitos, cenas, buena música y dos locas, que desafían
el día sin temer escandalizar, un mundo dormido.
Ingenuos
esos, que se piensan que las reinas de la pestaña y el tacón solo se enfrentan
al asfalto para subirse a una carroza, durante un día del “Orgullo”.
Del orgullo
de seguir malviviendo, por intolerantes mandatarios, ineptos castradores, que
nos quieren agrupar en calles rosas…
Precisamente ahora, que la temporada viene
muy Miami y flúor.
Desempolvar
el Versace, el palmerismo, los estampados de loros.
Y cacarear,
que se nos oiga en la selva de la ciudad.
Os espero…
Seré, la que esté rodeada de fornidos ciclados, en toallas con aroma a prohibición,
vaso de plástico en mano, cerca de las duchas por si alguna molesta arenilla,
se mete en algún sensible prepucio(todo sea por ayudar).
Cierto, se quedan como croquetas antes de freír. Besotes!
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