Milagros a la Virgen

Virgencita de mi vida, que eres “niña” como yo…

Haz que acabe de una  vez la dichosa  CRISIS y si tu marido no escucha, dale con una nube o un relámpago en los mismísimos.

 Me supongo que es tu marido pese a ser tú la “virgen”, voy algo perdida… Ya que solo estoy bautizada y me faltan los demás títulos, como la Comunión, la Confirmación y obviamente la Salvación (con la vida que llevo).

Sé, que al estar bautizada el Demonio no se me puede llevar, pero creo que al faltarme el graduado Cristiano, por lo visto si me puede acompañar, es más creo que tiene un After cerca de mi casa. Eso explicaría mi insomnio  del viernes al lunes, es que me busca y soy tan débil.

Sin desviarme del tema.

En el nombre del Hijo, del Espíritu Santo y del Padre de no sé quién, porque que lio de familia ¡Chica!

Luego los que en la Tierra defienden vuestra historia, están en contra de la las familias monoparentales, familias de gays y lesbianas. Pero vaya tela teníais en Jerusalen vosotros, menos mal que no teníais que pagar pensiones… Que se iba crucificar solo tu marido o hijo (no lo tengo claro), al ver lo poco que iba a desgravar, a traspasar la carpintería ¡No te digo más!

Bueno en nombre del cielo y que eso englobe toda tu gente, ni tú ni yo.

Virgencita de mi vida, que eres niña como yo, en nombre del cielo. 

Te suplico, te imploro, te hago la manicura y te depilo las cejas, pero que acabe la dichosa Crisis ya.

Basta ya de vestidos del “Chino” y que vuelvan las modistas a mi vida.

Que vuelvan las cremas y desaparezcan las muestras.

Lotes en mi baño de exfoliantes, tónicos y “sérums” (que no sé donde se aplican pero me los pongo igual).

Tiene que llegar el fin de los días de los bonos de Grupalia, para dejar de ser un mamut gracias a las virtudes del láser.

Que si tenemos que esperar que nos rescaten los políticos estamos jodidas, mejor un milagrito de los tuyos…

Algo que no te cueste mucho esfuerzo, mujer, como que aparezca petróleo en el rio Ebro, una mina de cobre en Montserrat (por lo visto vale más que el oro hoy en día).

Y si a buenas no nos entendemos ¡Te aviso!

Soy capaz de suicidarme, solo para ir a cantarte las cuarenta y haber si es verdad que estamos hechas a tu semejanza…

La que avisa, no es traidora.

Y la que aguanta, está hasta el mismísimo “parrus” de la dichosa CRISIS.

Si quieres que te rece, trabaja un poco...¡Bonita!