jueves, 21 de junio de 2012

Chiringay y Alexander


¿Cómo decirle que no? A un sueco de ojos verdes, uno de los hombres más bellos que jamás conocí… El modelo Alexander Hallonqvist

Me llamó y dijo:
- ¡Gina, te necesito en el Chiringay!

 Después de fregar el suelo (al mojar el parquet), del sudor que me chorreaba de la entrepierna, gotas como sandías.

Pues no se puede… ¡Es imposible!

Así pues, pese a ser una vampira de piel caucásica, me sumo al resto de mortales y  me enfrento al Sol, al oleaje, a las dichosas cuñas de esparto.

Todos los jueves de Julio amenizados por la música y la belleza de Sir Brown Miranda, la insumergible Soberbia Dolce y una servidora, que en breve será una gamba con silicona derretida.

                       ¡Un año más, allá vamos!

A la caza del minie bañador indecente, del guiri despistado y resacoso tumbado en la toalla, volverán los olores a menta en mis labios, de tanto mojito.

Volveré a pelearme cual loba herida con los lateros (que bastante jodido está el patio) Provocaré más de una boca abierta y posible accidente, que salir en bañador a las seis de la tarde en pleno centro de Barcelona, con los niños, las madres, los buses y el freidor sol ¡Es toda una aventura!


Impagable también, la zona merendero antes de llegar a la playa, benditos skaters y deportistas varios.

Y al final de la noche nuestra salvación, pestaña en el cogote ya, el paraíso nuestro “Mcauto”.

Pues queda más que dicho, copitas, mojitos, cenas, buena música y dos locas, que desafían el día sin temer escandalizar, un mundo dormido.

Ingenuos esos, que se piensan que las reinas de la pestaña y el tacón solo se enfrentan al asfalto para subirse a una carroza, durante un día del “Orgullo”.
Del orgullo de seguir malviviendo, por intolerantes mandatarios, ineptos castradores, que nos quieren agrupar en calles rosas…

Precisamente ahora, que la temporada viene muy Miami y flúor.
Desempolvar el Versace, el palmerismo, los estampados de loros.
Y cacarear, que se nos oiga en la selva de la ciudad.

             Os espero…

Seré, la que esté rodeada de fornidos ciclados, en toallas con aroma a prohibición, vaso de plástico en mano, cerca de las duchas por si alguna molesta arenilla, se mete en algún sensible prepucio(todo sea por ayudar).



lunes, 18 de junio de 2012

¡Ahora vas y lo cascas!


¡Ahora vas y lo cascas!

Con el paso del tiempo, he conseguido calmar mi exaltamiento gratuito, innato en mi ser producido por la toxicidad de la laca, el exceso de Ballantine´s y toda aquella química con receta y sin.

Ahora acumulo grandes dosis de leche (cuando en realidad me estoy cagando en el mundo) que se me van agriando en mis adentros hasta explotar.  Una masa de yogur caducado, que salpica a todo aquel que por mala suerte, consigue abrir el grifo de toda la pasteurización convertida en silencio. 

Quedarme calladita y decir que sí, solo acumula mi ira y que no me vengan con consejos… Que entonces, me pongo morada, las pupilas se me encienden y la cabeza me empieza a dar vueltas.

Soy negativa desde la placenta de mi madre, pesimista desde el primer día que me senté en un pupitre y contestona desde que me dijeron el primer :

  ¡Manoloooo!

Portadora de mi propia verdad, que solo me sirve para acumular un sinfín de: 

  ¡No soporto a esta mamarracha!

  ¡Aquella apesta, menudo cuadro!

  ¡Menudo gilipollas pintamonas!

Por muchas excusas que ponga, la verdad es que me creo mucho mejor que los demás, pese a cantar como un perro atropellado, tener sombra de barba a los diez minutos de estar pintada, en el fondo de mi ser me gusto y me gusto mucho (tal vez demasiado).

Lo peor de todo es que me encanta y disfruto metiéndome en todo tipo de habladurías, malvivo mirando de reojo. Me gusta ver el miedo, en los ojos de alguien que te conoce ya, por algún rumor.


Nada de todo ello es cierto, luego como un chihuahua gritón bajo la guardia a la primera caricia, presto mi pintalabios a la más chupona de la noche y soy capaz de compartir “el papel del WC”, con una nueva amiga de cinco minutos.

Así soy yo, no ganaré el Nobel a la dulzura, pero se lo daría a cualquiera que me responda, con una sonrisa sarcástica.

Por eso es, que siempre me han gustado más las malas de Disney que las princesitas cantoras. No me veo en una casa de paja rodeada de pajaritos, cagándose por todos los muebles, haciendo de porno Chacha para siete enanos mineros. Soy más de un torreón ostentoso y creando alucinógenas manzanas, gritando como una histérica a una tropa de sirvientes dopados, al fin y al cabo trabajo de noche…

         ¡La realidad supera siempre la ficción!
                  ¡Ahora vas y lo cascas!