viernes, 28 de diciembre de 2012

Paparazis en la Mesa





Y el año que viene mandaré un robot en mi nombre a la cena de Navidad.

Paparazis en la mesa, fotos constantes, sin tiempo para una natural sonrisa.
Y es que de qué de sirve ya un instante de alegría… Si no queda plasmado en una fotografía y posterior galería en una red social.

Y la conversación la mantendrás con tus seguidores de facebook y a la abuela solo la cambiarás de posición a merced de un buen flash.

Inquietas yemas a la espera de una respuesta, de un mensaje reenviado ya cien veces de un absurdo gato de voz grave.
No me preguntes si mi adolescente sobrina tiene uno, dos o tres ojos pues solo he podido verle la nuca.

Mucho más participativa hubiera sido la velada si yo hubiera estado al otro lado de la señal de ese móvil de última generación.

Como en el Cine y el Teatro, deberían prohibir los móviles una vez sentados a la mesa y si no hay nada que decirse, pues a comprar juegos de mesa.

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