Con un par de yemas tienes los huevos los militantes
gays rusos, que ante una propuesta de ley homófoba, que pretende prohibir las
muestras de cariño entre personas de su mismo sexo, se reivindican besándose en
frente del Parlamento Ruso.
Pese tener que aguantar agresiones, los manifestantes
siguieron con esa bella forma de reivindicación de la libertad y el amor.
La gran putada en mayúsculas, es que España, con
brazos abiertos espera este verano precisamente salir de la crisis, gracias a
los protestantes rusos.
¿Es que no puede venir nadie evolucionado, a traer
prosperidad?
Pero no sé de qué me sorprendo, si las nuevas
generaciones de maricas hispánicas juegan al despiste. Si abiertamente gays
todos, pero ante cualquier comentario sobre el culo (no necesariamente sexual),
gran tormenta de mensajes en el facebook.
¿Cómo se te ocurre? ¡Tengo a mis padres de amigos!
Para empezar qué coño hacen tus padres en el facebook,
con una veintena de ex-amantes
agregados, si la sola palabra culo ya es un presagio de tsunami.
¿Y con que se supone que cagas? Por esporas, en plan
plantas transgénicas…
En el momento que un gay adolescente se manifiesta
abiertamente maricón, que se supone que hace; solo comprarse modelitos en
H&M y comprarse un chihuahua a plazos en el Mister Guau.
Damos pasos agigantados hacia atrás, tanto Pride,
tanto magazine de saunas, tanto Grindr (red de contactos para el “folleteo-maricoide”)
y a la hora de la verdad, seguimos siendo en masa:
“No pasa nada que tu hijo sea homosexual, mientras no
se le note”
Así no nos libraremos nunca de los estigmas de:
“Quién es el hombre y quién la mujer”
Oscar Wilde debe estar revolviéndose en su tumba y no
es para menos.
Es imposible romper tabús, sin hablar lamentablemente
del sexo de forma abierta. Romper absurdas dudas y reeducar una sociedad
hetero-despistada. Cualquiera diría que ellos no se meten cosas por el culo, se
comen pollas y si en algún momento igual que cualquier hijo de vecino, hacen
diana con una corrida en su ojo.
Sino hacer la prueba y contarlo, verás cómo se
sonrojan y no es por lo ordinario del relato…
Puedo comprender que no se hable abiertamente en casa
o en público del sexo, hay padres y padres, pero ante la duda la más tetuda!
Que todo con naturalidad, suena menos sucio (el sexo en sí es sucio) y es que
no sé por qué coño, no tengo el mismo
derecho que un heterosexual de decir:
¡A eso le metía la polla, hasta que le salga por la
boca!
Me pasado la vida escuchando a “supuestos” machitos,
relatos fantásticos sobre lo que le haría a esa o a la otra… ¡Pero bueno! Si
nos podemos casar que esperaban, que íbamos a planchar y hacer calceta en casa.
Pues no señores, mayormente nos casamos para tener un picadero, follarnos por
el culo hasta dejar las almohadas vacías de plumas!
La edad debe estar haciendo mella en mí, no soporto el
silencio, pese a ser recién entradita en la treintena, he vivido por mí
precocidad la opresión, las miraditas y los:
No digas. No hagas. No comentes. No, no, no, no, pues
un rotundo y luminoso si en mayúsculas.
Y es que con mi madre, por muy burro que suene, aparte
de compartir el gusto por el maquillaje, comparto el gusto por una buena verga.
Ahora parece que mi madre es Yola Berrocal y para nada…
Una mujer seria y educada, no chapada a la antigua,
pero la mayor de cinco hermanos… Ósea que habido también que romper barreras y
tabúes.
Está visto que si Gerard Depardieu va ser ruso yo
también, obviamente por diferentes razones. Él por ahorrarse una millonada, yo
para tener los cojones y digo cojones y no testículos, de mis militantes congéneres
maricas rusos.
¡Así si se cambia el mundo!
Me niego a seguir crucificada.
*fotografía Jordi Laguna
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