El ser
humano y sus “neuras”, un bucle de sin sentidos difícil de comprender.
Toca analítica
y solo puedes pensar en el dolor que te van hacer, si te van a encontrar la vena
o no, en el repelús que da cuando empiezan a sorberte la sangre.
Ese gran
drama, que conlleva el antes y el después de la visita, con el temor de que te
dejen un moradito…
Ahora como
cambia la cosa, cuando por mero placer narcisista, decides parar el paso del
tiempo o bien modificar tu rostro.
El Botox ese
gran y dudoso, a la vez que maravilloso invento.
Un sinfín de
pinchazos en el rostro, que parece que te van a taladrar el cerebro, pero por
mero sadomasoquismo narcisista, como una campeona aguantas tal martirio. Es
superior el deseo a parecerse a Bree Van de Kamp y tener una pista de aterrizaje
para aviones como frente. También hay cierto miedo, a convertirse en la gemela
de Shaila Dúrcal.
Sales de la
consulta siendo la hermana de Krilin, de Bola de Dragón, pensando no se nota nada... ¡Quiero más!
No obstante,
no te preocupa en absoluto el dolor, es como que lo anulas y te da igual,
asumes parecer un dálmata durante unos días.
Nota
importante, los maridos no son buenos compañeros cuando una decide pasar la
ITV(ellos siempre piensan que menos es más).
Aumento de
labios. ¡Qué aventura!
Es como, si
te hubieras ido de pesca y se te enganchara él anzuelo en el labio, a la vez
que tiras la caña. Tan solo el hecho de notar, que te están recauchutando y que
te vas hinchando cual globo de helio, hace que merezca la pena.
Sarna con
gusto no pica y loca sin excesos, no es Diva.
El show bussiness es tan cruel...pero mientras te puedas permitír pasar por el quirófano( o mago Gandalf),cada x meses para rellenar, házlo. No hay nada peor en ésta vida que tener la cabeza llena de "Y si..."es horrible, te lo digo por experiencia propia...besotes mi rubia!
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